Es tan simple como escoger la altura que quieres que tenga tu mesa y colocar en ese lugar la balda. Marcamos suave con un lápiz el principio y el final de la madera aproximadamente un centímetro antes del límite.
A partir de este momento, las opciones son ilimitadas. Nosotros hemos elegido este diseño pero tú puedes hacer el que quieras.
Simplemente dibuja a lápiz la forma que quieras para tu mesa. Puedes encontrar infinidad de plantillas en Internet que puedes imprimir por piezas (en este caso, el DIY es de un tamaño no apto para impresoras) y con paciencia ir calcándolas en tu pared.
El siguiente paso es ir rellenando el hueco con la pintura, despacito y con cuidado. Y por último ...
Colocamos nuestra balda encima del dibujo y ... Voilá !!
Este es el resultado !! No ocupa espacio, las posibilidades, como os decía, son infinitas y si te cansas de tu mesa, siempre puedes pintar otra !!
Si lo de pintar la pared te agobia un poco, puedes optar por estos otros diseños ...
En la primera opción sólo hay que serrar las patas traseras de la mesita. Puedes encontrar mesas muy baratas y sin pintar en Leroy Merlín y ponerla después del color que más te guste.
La segunda opción es muy funcional, sólo se trata de encontrar la balda del tamaño adecuado. En este caso, se trata de un escritorio pero ¿y si lo que queremos es un rincón especial en nuestro cuarto?
Todas las mujeres cuando somos niñas hemos soñado alguna vez con tener un tocador. A mí personalmente ese tipo de mueble en sí me resulta demasiado aparatoso. No necesitamos "tanto", sólo un rincón acogedor y añadir a nuestra balda alguna opción de almacenaje. A ver qué os parece esta:
Suficiente o no?
Y esta otra opción?
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